Reinventando un postre de toda la vida
Hoy os traemos un postre basado en la merienda de toda la vida. Una receta que transporta a la infancia, sencilla pero muy sabrosa. Una combinación de ingredientes que se funden en tu paladar dejándote con ganas de más: pan con chocolate, aceite y sal.
Para realizar esta receta necesitaremos:
- AOVE Diego Angulo
- Trozos de pan de baguette (pueden ser del día anterior)
- 60 g de Chocolate negro al 60%
- 60 g de nata para montar fría
Primeramente, fundiremos el chocolate en el microondas en tandas de 30 segundos, hasta que este quede totalmente fundido.
Para conseguir una ganache de forma rápida y sin necesidad de esperar, montaremos la nata fría junto al chocolate, añadiéndola poco a poco y batiéndola con energía.
Cuando hayamos conseguido la textura ideal, reservamos la ganache en el frigorífico por unos 5 minutos, mientras tostamos los trozos de pan. Una vez tostados, decantamos el aceite de oliva por encima y untamos la ganache de forma generosa.
La sal en escamas es el toque final con el que coronaremos nuestros bocados y… ¡Listo!
Con aceite de oliva y una pizca de sal en escamas, el pan con chocolate está exquisito. Una opción ideal para desayunar con calma el fin de semana o para merendar cuando te apetezca un capricho dulce. ¿Te animas a probarlo?
Reinventando un postre
de toda la vida
Hoy os traemos un postre basado en la merienda de toda la vida. Una receta que transporta a la infancia, sencilla pero muy sabrosa. Una combinación de ingredientes que se funden en tu paladar dejándote con ganas de más: pan con chocolate, aceite y sal.
Para realizar esta receta necesitaremos:
- AOVE Diego Angulo
- Trozos de pan de baguette (pueden ser del día anterior)
- 60 g de Chocolate negro al 60%
- 60 g de nata para montar fría
Primeramente, fundiremos el chocolate en el microondas en tandas de 30 segundos, hasta que este quede totalmente fundido.
Para conseguir una ganache de forma rápida y sin necesidad de esperar, montaremos la nata fría junto al chocolate, añadiéndola poco a poco y batiéndola con energía.
Cuando hayamos conseguido la textura ideal, reservamos la ganache en el frigorífico por unos 5 minutos, mientras tostamos los trozos de pan. Una vez tostados, decantamos el aceite de oliva por encima y untamos la ganache de forma generosa.
La sal en escamas es el toque final con el que coronaremos nuestros bocados y… ¡Listo!