El marco incomparable de Villanueva de la Reina, en Jaén, a pocos metros del río Guadalquivir, es el escenario donde se encuentran nuestras fincas Cerro Palomino y Artesones de majestuosos olivos, con una superficie de 12 hectáreas y unos 1.500 olivos.
El marco incomparable de Villanueva de la Reina, en Jaén, a pocos metros del río Guadalquivir, es el escenario donde se encuentran nuestras fincas Cerro Palomino y Artesones de majestuosos olivos, con una superficie de 12 hectáreas y unos 1.500 olivos.
La variedad de aceituna con la que trabajamos no podía ser otra que la conocida picual, autóctona de nuestras tierras y codiciada por todos. Tanto en el campo como en la almazara utilizamos los métodos más naturales.
En época de recolecta, nos levantamos de madrugada, cuando aún refresca, y nos dirigimos al campo a recoger las aceitunas, de manera totalmente artesanal.
La variedad de aceituna con la que trabajamos no podía ser otra que la conocida picual, autóctona de nuestras tierras y codiciada por todos. Tanto en el campo como en la almazara utilizamos los métodos más naturales.
En época de recolecta, nos levantamos de madrugada, cuando aún refresca, y nos dirigimos al campo a recoger las aceitunas, de manera totalmente artesanal.
El aceite de oliva de cosecha temprana se obtiene de la aceituna recolectada justo con el cambio de color verde a morado, incluso un poco antes, y al estar aún verdes, se hace más complicado arrancarlas de las ramas, por lo que hay que tener un cuidado extremo para no estropear el olivo y evitar que caigan al suelo.
Inmediatamente tras la recogida, se lleva al molino para, con procedimientos mecánicos naturales y en frío, obtener el preciado aceite.
En definitiva, pasan muy pocas horas desde su recogida del árbol hasta la obtención de nuestro aceite, de un característico color verde y de intenso aroma y sabor, un auténtico zumo de aceituna.
El aceite de oliva de cosecha temprana se obtiene de la aceituna recolectada justo con el cambio de color verde a morado, incluso un poco antes, y al estar aún verdes, se hace más complicado arrancarlas de las ramas, por lo que hay que tener un cuidado extremo para no estropear el olivo y evitar que caigan al suelo.
Inmediatamente tras la recogida, se lleva al molino para, con procedimientos mecánicos naturales y en frío, obtener el preciado aceite.
En definitiva, pasan muy pocas horas desde su recogida del árbol hasta la obtención de nuestro aceite, de un característico color verde y de intenso aroma y sabor, un auténtico zumo de aceituna.